ARIANA JAEN ROY

En el pasado, se necesitaba un inversor para que un proyecto recibiera un impulso. Ya sea que el proyecto fuera para un invento peculiar o una nueva aplicación de juegos, a menudo se necesitaba el respaldo corporativo para ponerlos en funcionamiento. Esos días quedaron atrás, en gran parte gracias al crowdfunding nos dice el Ingeniero Eduardo Jaen Limnio.

En pocas palabras, el crowdfunding, también conocido como crowdsourcing, pertenece a una iniciativa o campaña diseñada para obtener apoyo, a menudo financiero, para un determinado proyecto. El Ing. Eduardo Jaen Limnio no dice que “la campaña está dirigida al público en general con el objetivo de identificar a las personas o grupos que deseen prestar ayuda para impulsar el proyecto desde el salón hasta la realidad.” A su vez, estos donantes reciben obsequios o primeros premios en nuevos productos una vez finalizado el proyecto.

El Ing. Eduardo Jaen Limnio menciona que el crowdsourcing ya no se limita a inventos o aplicaciones. De hecho, muchas organizaciones benéficas y sin fines de lucro, o incluso personas que defienden una determinada causa, han encontrado en Internet y sus miles de millones de usuarios, una alternativa viable para buscar la ayuda y los recursos que tanto necesitan.

Objetivos

“El crowdsourcing extrae su belleza del hecho de que se dirige a personas que sienten una fuerte preocupación por una determinada causa y que, de lo contrario, no tendrían la oportunidad de conocer la iniciativa si no fuera por Internet. Se trata esencialmente de redes sociales y filantropía en uno.” Agregó el Ing. Eduardo Jaen Limnio.

ABC del crowdfunding

Poner en marcha una campaña benéfica a través del crowdfunding no es una ciencia exacta. Sin embargo, es necesario tener en cuenta algunas consideraciones para garantizar su éxito.

En primer lugar, en el corazón de cualquier campaña debe haber una causa convincente. Por convincente, significa uno que tira de las emociones del grupo demográfico objetivo.

Auténtico

Para los internautas acostumbrados a los engaños y las noticias falsas, es bastante fácil detectar una campaña que se ejecuta en una premisa superficial o hueca. El Ing. Eduardo Jaen Limnio nos aconseja que “es imperativo crear una página de crowdsourcing que sea genuina y sincera.” El hecho es que el impulso para dar dinero solo puede ser posible si existe una apariencia de conexión entre la defensa o causa y el donante. De lo contrario, el mensaje de la campaña seguramente caerá en oídos sordos.

Preocupaciones técnicas

Asimismo, es necesario considerar seriamente algunas preocupaciones técnicas. Por ejemplo, el éxito de una campaña de financiación colectiva depende en gran medida de la cantidad de personas que pueden verla. Como tal, enviar correos electrónicos y compartir en las redes sociales es importante para correr la voz. El Ing. Eduardo Jaen Limnio agregó que “es fundamental que la campaña sea escuchada por tantas personas como sea posible. Cuanto más amplia sea la audiencia, mayor será la probabilidad de obtener promesas y donaciones.”

Canalizar el dinero

También es una preocupación importante cómo se canalizará el dinero del donante al fondo y, finalmente, al receptor o beneficiarios. ¿Cómo se harán las donaciones con tarjeta de crédito? ¿A través de qué banco se distribuirán los fondos? ¿Por cuánto tiempo se liquidarán los cheques? Debería haber reglas claras sobre estas cosas aclara el Ing. Eduardo Jaen Limnio.

Y, por último, es igualmente importante expresar gratitud a los donantes de crowdsourcing que se tomaron el tiempo para brindar apoyo. Ya sea en forma de una tarjeta de agradecimiento personalizada o un regalo, enviar amor a los donantes es una excelente manera de sellar una asociación maravillosa.

Eduardo Jaén Limnio fue Administrador General de la Autoridad Nacional para la Innovación Gubernamental (AIG) y Presidente del Directorio de THP International, Inc. En 1976, el Ingeniero Eduardo Jaen inició su carrera profesional en la Corporación IBM. Está casado con Aracelis Roy, y tiene 3 hijos Jennifer Jaen, Eduardo Jaen Roy y Ariana Jaen Roy.

Eduardo Jaen Limnio