Con el tiempo, el polvo se acumula en las superficies del hogar. Además de ensuciar las superficies, cuando se remueve el polvo puede quedar suspendido en el aire, provocando estornudos y problemas respiratorios. También se puede transferir de los muebles a la ropa, haciéndola inmunda. Se han inventado varias herramientas para la eliminación del polvo: plumeros, trapos de algodón y poliéster, spray para muebles, "trapos para el polvo" de papel desechable, trapeadores para suelos lisos y aspiradoras. Las aspiradoras a menudo tienen una variedad de herramientas que les permiten eliminar la suciedad no solo de alfombras y tapetes, sino también de superficies duras y tapizados. [7] Quitar el polvo es muy importante en los entornos hospitalarios.

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